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Todo lo que debes saber de Detallado Automotriz para tu auto

¿Pero tienes taller…?

  • Foto del escritor: Roberto - Detallado a domicilio GDL
    Roberto - Detallado a domicilio GDL
  • hace 3 días
  • 4 Min. de lectura

Auto Mazda 0 km paquete fusso de 12 meses de protección.
Auto Mazda 0 km paquete fusso de 12 meses de protección.

¿Pero tienes taller…?


(Crónica de una pregunta que se niega a morir)


Pasan los años, pasa la pandemia, pasa la vida… pero hay algo que no pasa: la pregunta de “¿Pero tienes taller?”


Y aunque agradezco la intención, déjame contarte algo: no, no tenemos taller. Y es lo mejor que nos pudo haber pasado.


Durante la pandemia, como muchos otros negocios, tuvimos que replantear todo. El modelo tradicional ya no tenía sentido. Las personas estaban en casa, con más conciencia del tiempo, del espacio, de lo que realmente les importaba. Y ahí nació nuestro modelo de detallado premium a domicilio.


¿La verdad? Fue un acierto. Y no lo cambiaría por nada.


Brillar sin moverte: eso sí es lujo


Pulir y proteger un auto no es una urgencia, es un lujo.


Y como tal, debe sentirse como un lujo. Nada de llevar tu coche al otro lado de la ciudad. Nada de regresar en Uber o de molestar al cuñado para que te recoja. Nada de perder dos días para tener tu auto de vuelta. Nosotros vamos a ti. Llegamos con cita, trabajamos de forma exclusiva en tu coche durante 4 o 5 horas, y al final te lo dejamos como nuevo. Así de simple.


¿Cuál es la diferencia entre ustedes y un taller?


Me lo han preguntado. Y siempre respondo lo mismo: la espera.


En un taller, esperas. Punto.


Esperas a que te reciban, esperas a que te entreguen, esperas a que tengan espacio, esperas a que terminen con otros diez coches antes que el tuyo.


Haz la prueba: ve a un autolavado. Toma el tiempo real que se tardan en lavar tu coche. Ahora súmale el tiempo que pasaste esperando. Te vas a sorprender.


Con nosotros, tu tiempo no se desperdicia. Tu auto tiene atención personalizada. Y tú sigues con tu vida.


Confianza y claridad desde el primer minuto


¿Sabes qué pasa en los talleres? A veces no sabes ni cuándo empezaron tu coche. Ni quién lo tocó. Ni qué producto usaron. Acá no.


Hay clientes que sacan su silla, se toman un café y nos acompañan durante el proceso. Otros están trabajando o haciendo home office. Y les mandamos fotos al final. Todo claro. Todo garantizado.


Y si algo no te gusta, estás ahí mismo. Nos lo dices, lo resolvemos. Sin misterios. Sin traslados. Sin dramas.


Pero entonces… ¿qué necesitan para trabajar?


Buena pregunta. Solo dos cosas:

  • Agua

  • Corriente eléctrica a menos de 10 metros


Eso es todo. El resto lo ponemos nosotros: los productos premium, las herramientas profesionales, la técnica y la pasión.


El mito del taller como símbolo de calidad


A ver, ¿quién dijo que un taller garantiza mejor resultado?¿Más confiable? ¿Más seguro?


La realidad es otra:


  • Tu coche en un taller es uno más entre muchos.

  • Está expuesto a daños, rayones, descuidos.

  • No sabes cuándo lo entregan.

  • Si hay que hacer válida una garantía, adivina qué: vuelve el calvario de moverlo otra vez.


Con nosotros, todo es inmediato. Todo es personal. Todo es claro.


Y sí: también aplicamos PPF… a domicilio


Y déjame te digo algo más: También aplicamos las protecciones PPF (film transparente de protección) no solo en el frente de tu auto, sino también en interiores, postes, cuencos de manijas, pantallas y terminados negro piano.


Todo esto desde la comodidad de tu domicilio.

Evítate filas, evítate traslados innecesarios y disfruta este servicio que combina eficiencia, comodidad y máxima protección. Una entrega profesional y ordenada, hecha para quienes valoran su tiempo… y el brillo de su auto.


Actualízate. El lujo se vive en casa.


Hoy, un servicio de detallado premium a domicilio no solo es posible, es lo más lógico. Es cómodo, eficiente, exclusivo. Es el reflejo de un nuevo estilo de vida. Uno en el que el tiempo vale más que nunca, y donde el verdadero lujo no es moverte tú……sino que todo venga hasta ti.


¿Y si cambiáramos el modelo y pusiéramos un taller...?


Vamos a pensarlo en serio.


Supongamos se monta un taller.

Pero no cualquier taller: uno profesional, a la altura del servicio que hoy brindamos a domicilio.


Para empezar, necesitaríamos mínimo tres espacios de trabajo, y uno tendría que ser cerrado, con clima controlado, para aplicar cerámicos y PPF.


Hasta ahí, vamos bien. Pero como en el taller el secreto es la espera, entonces no bastan tres espacios. También necesitamos espacio para guardar coches.

Porque siempre está el cliente que no llega, el que no pagó, el que está esperando una refacción.


Así que ya no hablamos de 3 autos. Ahora hablamos de 12 autos estacionados.

Y no solo eso:

  • Área de recepción

  • Estacionamiento para los clientes

  • Sala de espera con café

  • Personal administrativo

  • Seguridad

  • Muchísimos metros cuadrados para que... esperes.


Todo está diseñado para eso: que esperes. Y lo peor: esa espera no mejora la calidad. Solo te hace sentir que lo vale más.


La realidad es que tu coche esperó… y ya cuando “le tocó su turno”, fue con prisa. Porque el siguiente ya está haciendo fila. Y nadie estuvo ahí contigo para ver cómo lo trabajaban. No hay ojos encima. No estás tú. No hay transparencia.


¿Te suena la historia de la camioneta que se llevaron a pasear mientras tú creías que estaba en el taller? Sí. Esas cosas pasan. Porque el auto, en un taller, deja de ser tuyo por unas horas… o días.


¿Y sabes qué más pasa? Todo eso que pediste —el taller, la infraestructura, la gente, los metros cuadrados— cuesta.


¿Y quién lo va a pagar? Tú.


Así que vas a pagar el doble, por un servicio de menor calidad, solo porque estás comprando la fantasía de que el taller es sinónimo de excelencia.

Spoiler: no lo es.

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